La misericordia no se extiende de manera arbitraria. Para proteger a las personas de los efectos inmerecido de los pecados para los que no son responsables, la expiación incondicionalmente pagó el castigo por la transgresión de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Vale la pena igualmente por los pecados cometidos en la ignorancia (Mosíah 3:11; véase también Moisés 6:54). Sin embargo, la expiación elimina el castigo por los pecados personales de los que uno sólo es responsable de la condición del arrepentimiento individual.
De esta manera, los conceptos de justicia, la misericordia y la Expiación mantener tanto una integridad específica y una relación lógica coherente: "El plan de la misericordia no podría llevarse a cabo, excepto una expiación debe hacerse, por lo que Dios mismo expía los pecados de el mundo, para realizar el plan de la misericordia, para apaciguar las demandas de la justicia, para que Dios sea perfecto, sólo Dios, y también un Dios misericordioso. . . . Pero hay una ley dada, y una pena fijada, y un arrepentimiento concedidas, lo que reclama el arrepentimiento la misericordia, de lo contrario, la justicia reclama la criatura. . . . Porque he aquí, la misericordia la justicia ejerce todas sus demandas, y también reclama todo lo que es suyo, y por lo tanto, nadie más que el penitente son verdaderamente salvos "(Alma 42:13, 15, 22, 24).
Misericordia es, pues, de rehabilitación, no retributiva o arbitrarias. El Señor pide arrepentimiento de un transgresor, no para compensar el Salvador para el pago de la deuda de justicia, sino para inducir a los transgresores a emprender un proceso significativo de desarrollo personal hacia una naturaleza de Cristo.
Al mismo tiempo, la misericordia depende en última instancia en la extensión del Señor de la gracia inmerecida. A pesar de que la condición de que el arrepentimiento por los pecados personales, la misericordia no es totalmente "ganado" por sus destinatarios. El arrepentimiento es una condición necesaria, pero no una condición suficiente, de la salvación y exaltación. "Porque sabemos que es por la gracia que nos salvamos, después de todo lo que podemos hacer" (2 Ne. 25:23). La naturaleza no derivados del trabajo de la misericordia se demuestra por la expiación de haber incondicionalmente compensados por las incapacidades impuestas a la humanidad por la caída de Adán. Adán y Eva y sus descendientes eran totalmente impotentes para vencer la muerte física y espiritual que se introdujeron por la caída. Por otra parte, los transgresores no "pagar" plenamente por sus pecados a través del proceso de arrepentimiento. A pesar de que el arrepentimiento requiere la restitución en la medida de la habilidad, la mayoría de las formas de restitución están más allá de la capacidad de cualquier persona a alcanzar. No importa cómo completar nuestro arrepentimiento, todo sería inútil sin un mediador voluntad y la capacidad para pagar nuestra deuda con la justicia, con la condición de nuestro arrepentimiento. Por lo tanto, aún con un arrepentimiento sincero y completo, todos son completamente dependientes de Jesucristo.
A través de la expiación de Jesucristo, la justicia y la misericordia son interdependientes e interactivos, lo que demuestra que Dios no puede ser justo sin ser misericordioso, compasivo, ni sin justa.
Élder Bruce C. Hafen
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